Orando con los salmos

Por: Diana de Whittle

Los salmos nos enseñan a expresar a Dios todo lo que somos y sentimos. Nos enseñan a hablar de los tiempos áridos en nuestras vidas y la soledad de la vida. Hablan de todas las facetas de nuestras vidas desde la más profunda duda y desesperación hasta las alturas del gozo y la maravilla de su grandeza. Dios en su bondad y su misericordia nos permite acercarnos tal como somos y decirle los que pensamos y sentimos como individuos y como su comunidad, el pueblo de Dios. “Alabad a Jehová porque él es bueno; porque para siempre es su misericordia” (Salmo 118:29).

¿Qué son las expresiones que encontramos en los Salmos? El lenguaje de los Salmos es un lenguaje que invoca nuestros sentimientos y pinta nuevas imágenes que expresan nuestras experiencias. Son afirmaciones de nuestras experiencias humanas. Los Salmos nos ayudan a aceptar nuestra propia experiencia. 17 Los Salmos son la provisión de Dios para las personas que se encuentran desconcertadas en su comunicación con él. Miles de cristianos han encontrado que los Salmos proveen las palabras y la fluidez que carecen en sus oraciones.

Los Salmos no hacen las oraciones por nosotros – no son para repetir mecánicamente pero nos ayudan a empezar a orar cuando no queremos hacerlo, y nos enseñan con oraciones que son honestas y rectas. Los Salmos expresan la experiencia de hombres y mujeres quienes han orado en toda circunstancia humana a través de treinta siglos. “Son pan, milagrosamente provisto por Cristo, para dar de comer a los que le seguido al desierto,” Thomas Merton, Bread in the Wilderness.

Los Salmos dan entrada a un ambiente en el cual Dios es el mero centro de la vida, y en el cual las otras personas, los eventos, y las circunstancias tienen papeles inferiores.

Tomado del Libro «Un legado espiritual… de mujer a mujer», por Diana de Whittle y otras autoras.
http://obrerofiel.com/ministerio-de-mujer-a-mujer/

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